En 1697 llegan las imágenes a Cabra en una carreta, procedentes de Granada, junto a 6 religiosas agustinas para fundar el Monasterio de Ntra. Sra. De las Angustias de Madres Agustinas Recoletas.

Se trata de una excelente obra de arte atribuida al círculo del granadino José de Mora, aunque si bien no existen referencias exactas a su autoría más aún después de esta restauración donde el propio Molina Ruiz confirma no haber encontrado ningún dato fehaciente que confirme lo que en todos los libros y foros cofrades y patrimoniales se da por hecho. Así lo afirma el propio Santiago Molina en el informe facilitado a los medios de comunicación: «En referencia a la autoría de la obra, no ha podido constatarse documento, marca o firma alguna que confirmase la autoría pero en mi contacto tan cercano e íntimo con la obra durante los meses que ha durado esta intervención puedo declarar que jamás había visto en una obra acabados tan precisos y exquisitos, detalles tan cuidados y calidades tan excepcionales que sólo pueden haber salido de la mano de una figura de primerísima fila y no como un encargo cualquiera, sino de haberse tratado de un encargo excepcionalmente costoso y cuidado por el autor. Sus rasgos, característica y el propio sentido común me conducen inevitablemente a unirme al nutrido grupo de expertos que durante siglos han afirmado que es obra de la gubia del granadino José de Mora».